Esta vez, en mis pato aventuras fotográficas tuve el gusto de acompañar a Celsi, de casa hogar, en la competencia estatal de atletismo. Ella dió muchísimo esfuerzo en primer lugar para llegar hasta esa etapa, y fue realmente emotivo y difícil para ella. Aquí relato mi experiencia, emocional y fotográfica, donde me dispuse a fotografiar las 4 partes de su competencia: Velocidad, lanzamiento, salto de longitud y resistencia.
En primer lugar, me hice de una pequeña maleta canon modelo 2400 la cual fue de increíble utilidad para cambiar lentes y cargar diferente equipo básico. Para el evento deportivo, me preparé con la siguiente lista de elementos:
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Cámara Canon T4i con dos baterías.
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Lente Rokinon Fisheye 8mm.
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Lente Sigma Circular Fisheye 4.5mm
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Lente Canon 18-200mm
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y un poderoso y efectivo Canon 100-400, a préstamo.
Celsi estaba nerviosa, desde un inicio ella nos dijo que no quería participar, y decía que le dolía la rodilla, luego la espalda, y demás cosas, en verdad que se le notaba mucho el miedo. Tuve la fortuna de conseguir un permiso para estar en la pista y no en las tribunas, lo que me permitió estar cerca de ella para animarla constantemente.
Mientras ella se mentalizaba, yo preparaba la cámara con el Canon 100-400. La verdad quedé impresionado con la capacidad del lente, un alcance alto, es algo pesado, pero es de esperarse en un lente tipo L, y un motor de enfoque muy silencioso, rápido y efectivo. Hice varias pruebas con diferentes velocidades del obturador para obtener un balance bueno entre imágenes "congeladas" y otras para que se "sintiera" el movimiento. No tuve ni siquiera que distraer a los competidores con mi presencia, desde muy lejos pude hacer muy buenas tomas:
Se llegó la hora de la competencia de velocidad, y con un poco de complicaciones, ella la completó, terminando así su primera prueba en el tetratlón.
Su siguiente competencia iba a ser un rato después, en realidad fue complicado porque ella seguía con el temor a completar, pero cuando llegó el momento de la segunda prueba se armó de valor e hizo un buen papel en el lanzamiento.
Para esa prueba, utilicé el Canon 18-200mm, ya que me permitieron estar muy cerca del punto de lanzamiento, y tambien me di gusto con el Fisheye de cuadro completo Rokinon 8mm:
Con el fisheye y una buena ubicación obtuve una perspectiva muy buena de los lanzamientos:
Ese día concluyó bien para ella, con una actuación adecuada en un torneo de esa categoría.
El día siguiente, por la mañana seguía la competencia, y desde un inicio ella estaba temerosa de la última gran prueba: resistencia. Ella no lo decía, pero era obvio que le tenía miedo, es una prueba complicada, desgastante, y todo un reto para el físico y la mente. Hablé con ella en varias ocasiones en el inicio, convenciéndola gradualmente. Afortunadamente, la prueba de salto comenzó pronto, y ella decidió continuar. Ahí utilicé el Fisheye 8mm y el 100-400mm de Canon, desde diferentes ubicaciones para conseguir buenas perspectivas:
Y con el fisheye:
Y el mayor reto vino en el tiempo de espera para la prueba de resistencia: Ella se acercó a mi, con lágrimas en sus ojos y me dijo contundentemente: "no quiero competir".
Tuve que animarla, hablandole de muchas cosas, pero sin éxito. Quise hacerle notar la importancia desde el lado deportivo de terminar su competencia, para que no fuera descalificada, tambien que más que un reto era un premio a su esfuerzo y que se merecía estar ahí dentro, que había que sacar carácter para luchar por su objetivo... en fin, todo esto cargando con la maleta de equipo, y tratando de captar más momentos de otros niños que competían en otras disciplinas:
Celsi en uno de esos momentos de dudas:
Hablamos con su maestra, la invité a hablar con otras competidoras, todo para que se animara, y nada parecía tener éxito. Ella estaba decidida, no iba a competir más.
Entonces le pedí un "último" favor: que comenzara la carrera, y que después de completar media vuelta, abandonara la pista. Le dije que por dignidad deportiva ella debía al menos acompañar en la salida a las otras competidoras, y que después de eso ella podía abandonar. Sin embargo le sugerí que cada paso que diera, ella pensara si podía dar el siguiente paso; de ser así, le pedí que lo diera, y si definitivamente no podía, que abandonara la carrera.
Ella inició...
Se esforzó...
No abandonó! y finalizó, llena de orgullo y carácter, todo un ejemplo.
Cuando terminó, el esfuerzo le cobró factura, ella se veía agotada, muy desgastada, con un dolor en su rodilla, y fue atendida de inmediato por un paramédico. Mientras tanto, una de las competidoras, reconociendo el esfuerzo que hizo, le llevaba de tomar para ayudarle, fue un gesto de deportividad y empatía, la verdad hubo mucho que aprender.
Celsi concluyó su prueba, superó su miedo, y lo enfrentó... Al finalizar ella, agotada y desgastada, caminaba lentamente, pero con una sonrisa en su rostro, que mostraba claramente que ella había entendido que quizás las pruebas más difíciles están en nuestra mente, y que ahí mismo pueden ser superadas.
¿Yo? con mucho aprendizaje emocional, y una grata experiencia fotográfica que me ha dejado muy satisfecho.